Uy… que preguntas… Pero SI, estoy preparado… para fluir con los cambios y afrontar cualquier situación, nueva o repetida, con optimismo.
Estoy preparado para desvincularme del bosque, del aislamiento, de los alimentos puros de la tierra y sustituirlos por alimento social y mayor estabilidad económica.
Estoy preparado para aceptar la vuelta al sistema, soy consciente que no puedo seguir imponiendo mis ideas a toda mi familia y condicionarlos de esa manera. Me refiero al vegetarianismo, el cultivo orgánico, la conexión con la naturaleza, el jazz, el surf y el skate, el diseño humano… todo eso se acabó !!!… eso es lo que yo soy, no lo que debe ser mi familia.
Escucho, siento el cambio que se avecina y me entusiasma, la prueba se va a volver a repetir… deduzco que algo me quedó sin aprender de la última vez… y ya sé lo que es…
Cada vez que La Bruji trabaja en algún sitio la situación en la casa se desestabiliza exageradamente… todos sufrimos una especie de ansiedad y una falta de seguridad… la necesitamos en nuestro equipo !!! tenemos la sensación de que nos abandona y nos deja sin su guía y sin juicio, tan necesarios para todo el team.
Pero La Bruji es una potente Reflectora y debemos entender que nuestro humilde equipo se le queda pequeño… necesita testar más, ayudar más, aconsejar más… es su trabajo al fin y al cabo y quiera o no la vida siempre la encamina hacia ese lugar.
También se suma esa puertita suya del sol que le empuja a nutrir y alimentar a quien ama… y eso es maravilloso, La Bruji atiende a todos y a todos los niveles, nos cuida y nos alimenta el alma.
Si ella siente que debemos darles a los niños una estabilidad económica para que no se sientan excluidos del sistema… por mi de acuerdo. Ella es muy sensible y capta muy bien las ondas y las surfea que no veas, así que si ella piensa que es hora de volver al sistema, es que ha llegado ese momento…
Esta vez será diferente a las anteriores, pondré atención en intentar reorganizar el equipo en su ausencia y hacer a los niños conscientes que yo no soy ella, que yo no sé hacer lo que hace ella… y que, cuando llegue a casa, testeará, aconsejará, guiará y nutrirá a su pequeño equipo.
El autoconocimiento y la vida en familia son agua y aceite, dos densidades energéticas, dos fractales diferentes que unidos forman uno nuevo, inestable y frágil pero que se sufre o se disfruta con una intensidad incomparable.